miércoles, 9 de julio de 2008

Mio Cid

El Cantar de mió Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance.El poema consta de 3.735 versos anisosilábicos de extensión variable, aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mió Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir series de versos con una misma rima.

La descripción del mió cip es : Esta estructurado en tres cantares, se puede definir como la primer genero narrativo que aparece en la lengua vernácula, el texto

sábado, 28 de junio de 2008

Glosas Silenses y Emilianenses




Una glosa (del Griego Koiné γλώσσα glossa, que significa 'lengua' ¨~el órgano~ como también 'lenguaje') es una nota escrita en los márgenes o entre las líneas de un libro, en la cual se explica el significado del texto en su idioma original, a veces en otro idioma.






La Edad Media o Medioevo es el período histórico de la Civilización Occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se sitúa tradicionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América, o en 1453 con la caída del Imperio Romano de Oriente, fecha que tiene la ventaja de coincidir con la invención de la imprenta (Biblia de Gutenberg).

En el siglo XI encontramos las glosas, en el valle del río Cárdenas, en un pequeño monasterio en el que los monjes se ocupan en copiar e iluminar antiguos códices latinos. Para la comprensión de aquellos textos o quizás para acercarlos al pueblo que desconoce el latín usado todavía por los clérigos, uno o varios copistas anónimos escriben una serie de anotaciones en latín, romance y euskera que comentan o glosan las partes más difíciles de entender.

Las Glosas Silenses son comentarios en lengua romance peninsular realizados por copistas medievales en los márgenes de un texto en latín. Datan de finales del siglo XI y, al igual que las Glosas Emilianenses, su finalidad es aclarar los pasajes oscuros del texto latino. Se encontraron en el archivo del monasterio de Santo Domingo de Silos, de donde procede su nombre, en la región española de Castilla y León. Sin embargo, estas glosas pueden ser sólo copias cuya versión original fuera muy anterior, probablemente poco posterior al manuscrito latino que contiene las glosas de San Millán.

Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas (latín, romance y vascuence arcaico), entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. La importancia filológica de estas glosas, que no fue advertida hasta el siglo XX, se debe a que contenían el que durante un largo periodo de tiempo se consideró como primer testimonio escrito del que se tenía noticia de un dialecto romance hispánico, es decir, la lengua que ya hablaba por entonces el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil de las cuales unas cien están en romance, contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.

Todos los ejemplos anteriores son lexicos.